Mal aliento: ¿cuáles son sus causas y cómo combatirlo?
La halitosis o mal aliento suele estar provocada por la falta de higiene y la existencia de enfermedades periodontales. ¿Cómo solucionar el mal aliento?


El aliento o aire que expulsamos por la boca al respirar varía de una persona a otra. Aunque cada uno de nosotros puede padecer cierto grado de halitosis de manera ocasional, hay quienes la sufren durante todo el tiempo.
A pesar de que hay personas que no son conscientes de tener mal aliento, la mayoría de las veces somos nosotros mismos los que nos damos cuenta de que padecemos halitosis.
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Sin embargo, es frecuente que los adultos que la sufren crean estar únicamente ante un problema social, que disminuye su autoestima y genera dificultades en las relaciones sociales.
Por ese motivo, no se atreven a hablar de ello y les cuesta incluso pedir ayuda profesional, lo que dificulta la manera de combatir la halitosis.
¿Qué es la halitosis?
Por halitosis -o mal aliento- entendemos todo olor desagradable que proceda de la cavidad oral.
Si bien es cierto que este olor desagradable puede estar motivado por razones muy diversas, lo más habitual es que tenga su origen en una mala higiene de la zona de la boca o en determinadas enfermedades de dientes o encías.
Causas del mal aliento
Dicho todo lo anterior, podemos distinguir dos tipos de halitosis: oral (tiene su origen en la cavidad oral) y extraoral (nace en otro punto de nuestro cuerpo).
La primera, que está relacionada con una mala higiene o con problemas bucodentales, es la causante del 90% de los casos de mal aliento.
La segunda corresponde únicamente al 10% de los casos y en algunas ocasiones puede ser incluso una manifestación de una determinada patología ajena a la boca.
En el 90% de los casos, las causas de la halitosis se originan en la cavidad oral. Solamente en el 10% restante, el mal aliento procede de otras partes del organismo.
Causas orales
Las causas orales de la halitosis pueden ser las siguientes:
Acumulación de restos de comida
Si no nos cepillamos los dientes después de la comida, se acumulan los restos de alimentos en la cavidad oral y, con ello, aparecen bacterias en la boca, lengua o dientes.
Enfermedades periodontales
Tanto la gingivitis como la periodontitis pueden causar mal aliento, además de otras complicaciones como sangrado de encías, inflamación gingival, retracción, pérdida de hueso y, por tanto, caída de la pieza dental afectada.
Absceso dental
Un absceso dental es una acumulación de pus debido a una infección.
Las principales causas de dicho absceso son la caries, un traumatismo fuerte o una enfermedad periodontal.
Caries
La caries es una lesión que afecta al diente y está provocada por la acción de la placa bacteriana.
Casi todas las personas hemos sufrido alguna vez en nuestra vida su existencia, ya que la caries es el segundo trastorno de salud más frecuente entre la población, después del resfriado común.
Sin embargo, no se debe subestimar su importancia, ya que si la caries no se trata a tiempo mediante un empaste , puede provocar problemas mayores: necesidad de realizar una endodoncia, pérdida del diente, etc.
Uso de prótesis o aparatos de ortodoncia
Tanto la placa como los residuos de alimentos se pueden acumular en todo tipo de dentaduras o aparatos que llevemos en la boca. Por esta razón, es imprescindible limpiarlos y cepillarse bien los dientes después de cada comida.
Boca seca (xerostomía)
La escasa salivación provocada por la xerostomía fomenta el crecimiento incontrolado de bacterias. Dado que la saliva favorece la limpieza y ayuda a eliminar los malos olores, hay que tener en cuenta que algunas circunstancias o situaciones provocan una menor salivación.
Ejemplos de esto pueden ser la respiración bucal, el consumo de determinados medicamentos –como antidepresivos-, enfermedades de las glándulas salivales, etc. Para estimular la producción de saliva se recomienda mascar chicle, beber mucho líquido (agua preferiblemente) o masticar bien la comida.
Faringitis
La faringitis es la inflamación de la faringe, en la parte posterior de la garganta.
Cuando se produce la inflamación debido a una infección, también se origina un crecimiento de diversos microorganismos, lo que favorece la aparición de la halitosis.
Consumo elevado de café, alcohol y tabaco
Además de estas razones, se pueden subrayar otras situaciones en las que todas las personas podemos producir halitosis ocasional o repentina.
Esto puede ocurrir, entre otros momentos, cuando comemos determinados alimentos como ajo o cebolla crudos, por las mañanas al levantarnos de la cama, después de hacer deporte o de haber hablado durante horas.
Sin embargo, este olor desagradable es puntual y desaparece en cuanto nos enjuagamos o después del cepillado.
Causas no orales o extraorales
Las causas extraorales del mal aliento son las siguientes:
Problemas en el tracto digestivo
La halitosis puede ser debida a una obstrucción intestinal –en este tipo de casos es característico que el aliento huela a heces- o tener un origen estomacal, por infecciones en el estómago, por ejemplo.
Enfermedades sistémicas
La halitosis puede manifestar la existencia de determinadas afecciones más o menos graves como pueden ser la diabetes mellitus, las enfermedades pulmonares, renales o hepáticas así como los problemas gastrointestinales.
Infecciones en la zona de la nariz como consecuencia de un virus o bacteria
Ejemplos de estas infecciones pueden ser la sinusitis -inflamación de los senos paranasales- o la rinitis -inflamación de la mucosa nasal-.
En muchas ocasiones, el tratamiento contra la halitosis consiste en extremar la higiene bucodental. Si después de haberlo hecho no has eliminado el mal aliento, acude a tu dentista
Cómo quitar el mal aliento
Con el objetivo de eliminar el mal aliento, en primer lugar será necesario identificar su causa. Para ello, lo más adecuado es consultar con el dentista o el médico de cabecera.
Cualquiera de dichos profesionales podrá, o bien ayudarnos directamente a combatir el mal aliento, o bien remitirnos a otro especialista.
Por ejemplo, si nos encontramos ante una causa de origen oral, como sucede en el 90% de los casos, debemos buscar la solución en nuestro dentista de confianza.
Debido a que muchas personas padecen halitosis debido a una falta de higiene bucodental, te damos una serie de remedios para quitar el mal aliento.
Cepíllate los dientes después de cada comida
Una vez que nos hemos cepillado los dientes, debemos utilizar hilo dental -para los espacios interdentales pequeños- o cepillos interproximales -para los espacios más grandes-, un limpiador lingual y enjuague bucal.
Existe mucha variedad de productos y marcas comerciales, por lo que lo ideal es probar cuál te gusta más, así como pedir consejo a tu odontólogo
Acude periódicamente a la consulta del dentista
Lo ideal es que visitemos la consulta del dentista entre una y dos veces al año.
De esta manera, el odontólogo tendrá la oportunidad de advertir la existencia de cualquier afección oral de manera temprana.
Y, con ello, podría establecer, en el caso de que fuera necesario, un tratamiento inmediato para que el pronóstico fuera más favorable.
Visita regularmente al higienista
Nuestra recomendación es que acudas a realizarte una limpieza bucodental una o dos veces al año.
Dado que la periodicidad depende de cada caso concreto, el higienista es el profesional que podrá determinar la frecuencia con la que debes someterte a la limpieza.
Dicho profesional eliminará la placa que haya en tu boca y, de esta manera, evitará el desarrollo de bacterias que provocan caries o enfermedad periodontal.
Si te han parecido demasiadas las veces que te hemos recomendado acudir al dentista e higienista, puedes intentar que ambas visitas coincidan.
Por ejemplo, en nuestra clínica dental, la higiene es muy completa. Tiene una duración de 50 minutos e incluye una revisión en la que el odontólogo revisa el estado general de la boca del paciente.
De esta manera, la persona no tiene que acudir a la clínica a hacer cada visita por separado (ni tener que abonar dos consultas).
Si después de seguir todos los remedios que te hemos proporcionado en este artículo no consigues quitarte el mal aliento, te recomendamos visitar al odontólogo cuanto antes para intentar encontrar una solución.
Tu dentista es el especialista más indicado con el que tratar inicialmente este problema. Examinará tu estado de salud general, así como tu situación oral, y valorará tus costumbres y hábitos de higiene.
Y, en el caso de que la halitosis requiera el tratamiento de otro profesional, tu dentista también será la persona adecuada para derivarte a él.
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