Taurodontismo, ¿qué es y qué supone para tus dientes?
El taurodontismo es una anomalía de la estructura interna de las piezas dentales, generalmente los molares, que afecta a la forma de la raíz y de la cámara pulpar.
Al no ser el taurodontismo apreciable a simple vista, ya que esta parte de los dientes se encuentra en el interior de la encía, es necesario detectarlo a través de radiografías.
Recibe este nombre por la similitud anatómica con los dientes de los toros y otros animales propios del ganado bovino. Aunque no suponga un problema estético, lo cierto es que el taurodontismo acarrea ciertas complicaciones para la persona, especialmente cuando es necesario realizar una endodoncia, cirugías orales o colocar prótesis.
En este artículo, te explicamos por qué se produce el taurodontismo, qué supone para tu salud bucodental y cuál es la forma de abordarlo.
Índice de contenidos
¿Cómo es un diente con taurodontismo?
Se trata de dientes cuya morfología interna no es adecuada: el ápice (la raíz dental) se desplaza demasiado, haciendo que la cámara pulpar tenga un tamaño mucho mayor de lo habitual. La cámara alberga las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos.
En esta imagen, observamos cómo la furca del diente situado más a la derecha, es decir, la zona donde se separan las raíces, está en una posición muy baja, casi unida al área periapical. Así, el diente tiene una forma rectangular en comparación con una pieza dental sana.
En determinados casos de taurodontismo, también la corona tiene una forma indebida, y presentan excesivo alargamiento o determinadas bifurcaciones anómalas.
La anatomía de un diente sano
Para entender mejor cómo es una pieza dental que ha tenido un desarrollo normal, aquí tienes una imagen donde puedes ver tanto su morfología como su estructura interna.
Tipos de taurodontismo dental
Dada la baja incidencia de taurodontismo, lo cierto es que hay cierto debate sobre la etiología y la clasificación. Aun así, la investigación más extendida en la Odontología actualmente es la creada por Shaw en 1929. este autor considera que hay 3 grados de taurodontismo:
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Hipotaurodontismo. La raíz se divide en la parte superior del tercer medio dental.
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Mesotaurodontismo. La zona periapical presenta la división en la parte inferior del tercio medio de la pieza.
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Hipertaurodontismo. En este caso hay dos supuestos, o bien la separación se produce en el tercio apical o bien no existe división.
Diferentes autores sí coinciden en que esta enfermedad es más frecuente en molares que en premolares y puede aparecer indistintamente en dientes de leche o permanentes. No hay estudios que avalen una predilección de sexo o edad.
El taurodontismo es una patología que afecta a la estructura interna de las piezas, por lo que solo es posible diagnosticarla a través de una radiografía dental
Consecuencias del taurodontismo
Las complicaciones de tener este tipo de anatomía dental no suelen manifestarse hasta que no es necesaria realizar alguna intervención oral, especialmente la endodoncia o tratamiento de conducto. Este tratamiento consiste en vaciar la cámara pulpar y en el posterior sellado de la cavidad para evitar filtraciones.
Precisamente por la morfología de la pulpa en pacientes con taurodoncia, este procedimiento presenta gran complejidad para el dentista. Por tanto, se pone en peligro la supervivencia del diente en caso de no proceder correctamente con la endodoncia.
¿Hay tratamiento para el taurodontismo?
El taurodontismo describe una anomalía en la anatomía interna de un diente, por lo que no es posible actuar sobre la forma de la raíz para hacer modificaciones. Por ello, el taurodontismo como enfermedad no tiene tratamiento. No obstante, es importante detectarlo mediante una radiografía con el fin de que el odontólogo lo tenga en cuenta a la hora de proceder con otro procedimiento dental, en caso de ser necesario.
De no poderse realizar con efectividad el tratamiento de conducto, el profesional deberá estudiar el caso y optar por otras vías:
Extracción
Cuando la furca tiene una mínima separación con el hueso alveolar, es posible estudiar la viabilidad de realizar una exodoncia. De nuevo, dada la morfología de la zona periapical, es una intervención que puede acarrear complicaciones en el proceso. Existen diferentes hipótesis, pero pocos casos clínicos, que respalden la extracción como tratamiento idóneo.
Coronectomía
La coronectomía es un tratamiento más conservador que supone una alternativa más llevadera para el paciente. Consiste en la extracción de la corona, es decir, de la parte exterior del diente y mantener las raíces en el interior. Su éxito está condicionado por la posición del área periapical.
Si tienes taurodentismo, es aconsejable cuidar tu higiene oral para evitar la aparición de sarro o caries que, en última instancia, requieren de tratamientos como la endodoncia.
¿Cuál es la incidencia del taurodontismo en la población?
Esta enfermedad era característica del ser humano hace miles de años, en concreto de la especie extinta homo neanderthalensis, y actualmente sigue siendo frecuente en razas como la esquimal, según determinadas investigaciones. Otras, sin embargo, aseguran que no existe distinción por raza y esta malformación puede aparecer indistintamente.
En todo el mundo, hay entre un 2,5 y un 11,5% de personas con esta anomalía bucal. Actualmente, el taurodontismo afecta entre el 0,5 y el 5% de la ciudadanía de España, así que está considerada como una anomalía poco frecuente.
De acuerdo a diversos estudios sobre la enfermedad, se relaciona con determinados síndromes que conllevan defectos ectodérmicos o alteraciones en el cromosoma. Personas que han tenido un desarrollo indebido de sus dientes también, como dientes supernumerarios o microdoncias, son susceptibles de tener taurodontismo.
Aunque no es un problema frecuente, ahora ya sabes qué implica el taurodontismo y cómo puede afectar a tus tratamientos dentales. En Ferrus&Bratos realizamos pruebas diagnósticas en tu primera visita para detectar al momento esta y cualquier otra problemática relacionada con tu salud oral para abordarla de la mejor forma.
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