Disfagia: ¿es peligrosa esta enfermedad? ¿Tiene tratamiento?
La disfagia es una enfermedad que afecta a la cavidad oral, que ocasiona molestias al tragar y que puede ser síntoma de una enfermedad en el organismo.
Todos hemos experimentado alguna vez problemas o dificultades para tragar si hemos comido demasiado rápido o no hemos masticado correctamente. Sin embargo, esto no suele ser motivo de preocupación en la mayoría de los casos.
El problema surge cuando las dificultades se deben a una enfermedad llamada disfagia -que está causada por una patología más severa- y que puede causar inconvenientes nutricionales y respiratorios graves.
Índice de contenidos
¿Qué es la disfagia?
La disfagia es una enfermedad que afecta a la cavidad oral y ocasiona molestias o problemas al tragar. Por tanto, la persona que padece esta alteración debe emplear más tiempo y esfuerzo para tragar los alimentos. En función de los problemas que ocasione, la disfagia puede interferir en mayor o menor medida en la salud y rutina diaria del paciente que la sufre.
¿Cuáles son sus síntomas?
La disfagia se caracteriza por presentar algunos de los siguientes síntomas:
- Dolor o molestias al tragar
- Imposibilidad para tragar
- Sensación de atascamiento de los alimentos en la garganta
- Acidez estomacal
- Adelgazamiento injustificado
La disfagia puede ser peligrosa para quien la padece si ocasiona problemas respiratorios y nutricionales severos: neumonía por aspiración, atragantamiento, etc.
¿Cuál es la causa de la disfagia?
En muchas ocasiones, las dificultades para tragar están provocadas por enfermedades que provocan un mal funcionamiento de la lengua o de la garganta. Por ejemplo, las causas de la disfagia pueden deberse, entre otras, a los siguientes problemas o patologías:
Accidente cerebrovascular
Tras un accidente cerebrovascular es frecuente que se presenten alteraciones en la deglución y que aparezcan las consiguientes infecciones respiratorias y síntomas de desnutrición.
Tumor en la boca
El crecimiento de un tumor en la boca o, más concretamente, en la garganta, puede causar el estrechamiento de los conductos por los que pasa la comida, dificultando el acto de tragar.
Alzheimer
La disfagia también es muy frecuente en personas que se encuentran en una fase avanzada de Alzheimer. Dado que el Alzheimer suele aparecer a partir de los 65 años, las alteraciones para tragar afectan especialmente a personas mayores.
Parkinson
Como otra enfermedad neurológica y degenerativa que es, el Parkinson afecta muy negativamente a todas las capacidades de la persona que la padece. Y, como no podía ser de otra manera, también incide en la alimentación.
Para evitar el atragantamiento, es fundamental que la persona con disfagia pueda masticar despacio y comer alimentos troceados.
¿La disfagia es grave?
Dependiendo de los síntomas que cause, esta alteración puede ser peligrosa si ocasiona problemas respiratorios y/o nutricionales severos. Algunos ejemplos de las complicaciones más graves pueden ser las siguientes:
Desnutrición y/o adelgazamiento
Si la disfagia causa mucho dolor y/o imposibilidad para tragar, la persona no se alimentará correctamente y tendrá un déficit nutricional severo
Atragantamiento
Si el alimento queda retenido en la vía respiratoria y la obstruye por completo, la persona se quedará sin respiración. Para que la persona pueda volver a respirar, será necesario recurrir a la maniobra de Heimlich.
Neumonía por aspiración
Si, al intentar tragar, el líquido o el alimento llega a las vías respiratorias, se puede causar una neumonía por aspiración. Esto se debe a que las bacterias pueden llegar a los pulmones. Para evitarlo, será necesario tomar una serie de medidas específicas que detallaremos en el siguiente apartado.
¿Cómo tratar esta enfermedad?
Entre las medidas que podemos tomar para evitar los problemas originados por la disfagia a la hora de tragar se encuentran las siguientes:
Comer y masticar despacio
Las prisas pueden jugar una mala pasada a la hora de comer. Por la seguridad de la persona que sufre la disfagia, es vital masticar bien los alimentos.
Trocear los alimentos
Para facilitar la tarea de masticación, es recomendable trocear bien los alimentos y partirlos en trozos pequeños. Como habrás leído, la disfagia es un trastorno que puede presentar complicaciones severas y que suele estar asociado a otras enfermedades importantes del organismo.
Por tanto, la opción terapéutica más adecuada pasa por diagnosticar la patología que ha causado la disfagia y consultar con el médico cuáles son las rutinas y los hábitos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente enfermo.
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