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La boca es una de las partes más importantes del cuerpo debido al papel fundamental que juega a la hora realizar tareas básicas como comer, hablar, sonreír o respirar.
Debido a lo expuesta que está, la boca supone una de las puertas de entrada a nuestro organismo.
Por tanto, es necesario cuidarla para poder prevenir una gran cantidad de enfermedades y problemas que afecten a nuestra salud.
Entre los grandes enemigos de la boca se encuentran las infecciones o, lo que es lo mismo, la invasión de agentes patógenos.
Estos tienen la capacidad de poner en peligro el equilibrio de la cavidad oral e, incluso, el del organismo.
El tratamiento de las infecciones varía en función de su naturaleza y complejidad, ya que no todas son iguales ni tienen el mismo grado de afección.
Sin embargo, también es cierto que muchas de ellas se pueden evitar llevando a cabo una serie de hábitos saludables y rutinas de prevención.
Entre los cuidados más importantes con los que podemos proteger nuestra boca figuran los siguientes:
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Cepillarse los dientes después de cada comida durante, al menos, dos minutos.
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Alimentarse de manera equilibrada, lo que puede implicar aumentar la ingesta de frutas y verduras y disminuir la de dulces.
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Restringir el consumo de refrescos y bebidas azucaradas.
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Evitar el tabaco.
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Acudir a la consulta del dentista entre una y dos veces al año para que lleve a cabo una revisión de la boca.
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Someterse a una higiene bucodental profesional entre una y dos veces al año.
Y por último, no podemos dejar de mencionar uno de los aspectos más importantes.
Este no es otro que el de prestar atención a la cavidad oral, realizando un autoexamen de manera regular a dientes, lengua y encías.
De esta forma, cualquier persona podrá apreciar los cambios o signos de un posible problema en una fase muy incipiente.
