Síndrome de la boca ardiente: síntomas y tratamiento para solucionarlo
El síndrome de boca ardiente o glosodinia es como se llama técnicamente a la sensación de quemazón en la cavidad oral. Descubre qué es y como se trata.
Tener una sensación de ardor en la boca puede ser común en ocasiones.
Sobre todo, si antes hemos comido alimentos muy especiados y picantes o bebidas demasiado calientes.
Sin embargo, otras veces es posible sentir una quemazón en la cavidad oral que, a piori, no responde a una lesión aparente.
Es entonces cuando es probable que estemos ante un caso de síndrome de la boca ardiente.
En este artículo, te explicamos en qué consiste esta patología y cuál es el tratamiento adecuado para abordarla.
Índice de contenidos
¿Qué es la glosodinia o el síndrome de boca ardiente (SBA)?
El síndrome de la boca ardiente es el término médico para designar a la sensación de quemazón o ardor en la cavidad oral.
También conocido como glosodinia o estomatodinia, puede afectar a distintas partes de la cavidad oral: lengua, parte interior de las mejillas, el paladar, las encías, la garganta…
Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque tiene mayor incidencia en mujeres posmenopáusicas mayores de 50 años.
Las molestias derivadas de este síndrome pueden ser bastante agudas y durar días, meses e incluso años.
Igualmente, los síntomas pueden permanecer durante todo el tiempo o ser intermitentes.
¿Y si siento quemazón por otras causas?
La principal característica de la glosodinia es que no responde a una lesión aparente.
Por ello, si hemos ingerido alguna comida muy caliente, es probable que lo que notemos sea la lengua ardiente o quemada.
En estos casos, bastará con seguir una serie de sencillas pautas para aliviar las molestias derivadas de estos síntomas.
Un remedio casero es hacer enjuagues con agua y sal o con un colutorio que tenga efectos analgésicos.
Síntomas de la glosodinia
Los síntomas del síndrome de la boca ardiente pueden aparecer de forma gradual o de manera súbita.
Entre ellos, podemos distinguir los siguientes:
- Una sensación de ardor, picor o escozor en las distintas partes de la cavidad oral.
- Alteración en la capacidad para percibir los sabores: merma en el sentido del gusto y modificación en el sabor de los alimentos, sintiéndolos amargos.
- Percepción de sequedad bucal.
- Entumecimiento lingual, acompañado de cierta sensación de hormigueo.
Si experimentas algunos de estos signos, te aconsejamos acudir a tu dentista de confianza.
Aunque puedas notar cierta sensación de alivio con la ingesta de algunas bebidas o durante las comidas, en muy raras ocasiones estos síntomas desaparecen por sí mismos.
Factores como el estrés o niveles altos de ansiedad inciden negativamente en la recesión de estos síntomas.
Si permanecen de forma prolongada, pueden tener repercusiones negativas en el proceso de masticación y deglución de los alimentos.
En los casos más graves, llegan incluso a afectar a las horas de sueño.
Factores tan diversos como una prótesis dental mal ajustada o la presencia de trastornos psicológicos se entienden como posibles causas de la glosodinia
Causas del síndrome de la boca ardiente
Como hemos comentado con anterioridad, la glosodinia es una sensación continua de ardor en la cavidad sin una lesión aparente que lo origine.
El denominado síndrome de la boca seca puede tener un origen muy variado o responder a la combinación de distintos factores.
La gravedad de la afección y los síntomas que presenta depende de su propio origen y de cada persona.
En función de la causa, los dentistas establecen una categorización del síndrome de la boca ardiente en primario, o idiopático, y secundario.
SBA primario o idiopático
Tras realizar una serie de pruebas diagnósticas, no se hallan anomalías locales que puedan establecerse como causa de estas molestias.
En estas ocasiones, la sensación de ardor se vincula a anomalías en la percepción del gusto y a daños en los nervios sensoriales del sistema nervioso periférico o central.
SBA secundario
En este caso sí encuentra su causa una vez realizado un diagnóstico exhaustivo del paciente.
En muchas ocasiones se encuentra asociada a otras patologías, a déficits vitamínicos o a la presencia de prótesis mal colocadas.
Entre las causas del SBA secundario, podemos distinguir:
- Reacciones alérgicas a determinados alimentos o a materiales empleados por los odontólogos para realizar obturaciones u otros tratamientos.
- Ingesta de determinados medicamentos o tratamientos médicos, como la radioterapia.
- Patologías que afectan a la lengua: candidiasis oral, liquen plano oral o lengua geográfica.
- Presencia de enfermedades periodontales.
- Déficits vitamínicos o anemia.
- Reflujos de ácidos estomacales o reflujo gastroesofágico-¡.
- La xerostomía, que supone unos niveles bajos de secreción salivar. El paciente refiere una sensación constante de sequedad bucal.
- Trastornos endocrinos como la diabetes o problemas de tiroides.
- Síntomas típicos de personas con picos de ansiedad o elevados niveles de estrés, como morderse la lengua.
- Fuertes cambios hormonales generados por la menopausia o el embarazo.
- Presencia de prótesis dentales mal ajustadas que pueden suponer una irritación de la zona.
- Malos hábitos como el tabaquismo, que puede provocar cierto entumecimiento de la lengua.
Ante la presencia de una sensación constante de ardor en la boca, el especialista realizará una valoración de tu caso para discernir la causa que origina estos síntomas.
Diagnóstico del síndrome de la boca ardiente
En caso de que padezcas ardor bucal, el especialista llevará a cabo un examen exhaustivo de tu boca.
El diagnóstico es sencillo cuando el ardor está provocado por prótesis mal ajustadas o por afecciones comunes de la lengua citadas con anterioridad.
Sin embargo, en otras ocasiones su diagnóstico requerirá de una exploración más exhaustiva.
Es entonces cuando el odontólogo tendrá en cuenta tanto el historial médico del paciente como los medicamentos que se le hayan suministrado.
Además, puede ser necesaria la realización de una serie de pruebas diagnósticas: radiografías, análisis de sangre, biopsias o cultivos, pruebas de la alergia o análisis de reflujo gastroesofágico.
Por último, en ocasiones los especialistas recurren también a cuestionarios que el paciente deberá rellenar para descartar que esté atravesando un periodo de depresión u otros trastornos psicológicos.
Reducir de la dienta la comida picante o muy especiada ayuda a aliviar los síntomas de la boca ardiente.
Tratamiento de la glosodinia
No existe un tratamiento único y efectivo empleado para curar la glosodinia.
Por este motivo, resulta de vital importancia esclarecer la causa que provoca esta sensación.
En realidad, el tratamiento va destinado a atajar este origen.
Así, la solución puede ir desde el reajuste de una prótesis dental o a la receta de un complemento vitamínico, pasando por un cambio en la dieta del paciente.
Esta última recomendación se realiza si se ha encontrado una alergia alimenticia relacionada con la causa de la glosodinia.
Hay que tener en cuenta que en algunas ocasiones, el cese de los síntomas puede requerir más tiempo del deseado.
Sobre todo, si el paciente padece boca ardorosa como consecuencia de un trastorno psicológico.
¿Se puede prevenir el síndrome de la boca ardiente?
La enfermedad puede estar causada por múltiples factores, por lo que es complicado prevenirla.
Aun así, existe una serie de pautas que ayuda a mejorar los síntomas de las personas con síndrome de la boca ardiente.
Ante esta condición, los dentistas realizan las siguientes recomendaciones:
- Mantén tu boca hidratada para segregar unos niveles óptimos de saliva. Bebe líquidos en abundancia, evitando siempre aquellos que son demasiado ácidos.
- Sigue una dieta equilibrada y no abuses de alimentos picantes o demasiado ácidos, como comidas muy especiadas, cítricos o refrescos.
- Evita el consumo de alcohol y tabaco, pues contribuye a irritar la lengua y la mucosa.
- Intenta rebajar, en la medida de lo posible, los niveles de estrés diarios.
Si tienes una sensación constante de ardor en tu boca sin una lesión previa aparente, recuerda que deberías acudir al dentista.
De esta manera, el especialista podrá analizar tu situación y atajar el origen que provoca esta sensación.
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