Endocarditis bacteriana: ¿qué es y cómo se relaciona con la periodontitis?
Los problemas de corazón, como la endocarditis bacteriana, tienen una gran relación con la salud dental, especialmente con las enfermedades periodontales.
¿Sabías que existe una relación demostrada entre la salud dental y la aparición de cardiopatías?
Mucha gente desconoce que padecer una enfermedad periodontal -como gingivitis o periodontitis- afecta negativamente a las personas que padecen problemas de corazón.
Aunque no se trata de una consecuencia directa, una persona con enfermedades en las encías tiene mayor probabilidad de padecer cardiopatías, como la endocarditis bacteriana.
En este artículo, te explicamos el papel de los dentistas a la hora de prevenir esta complicación del corazón y cómo influye la presencia de periodontitis en la boca.
La relación entre la salud bucal y el corazón
Antes de nada, queremos explicar brevemente de qué forma influye nuestra salud oral en el correcto funcionamiento del corazón.
Lo cierto es que ya en 2012, la Sociedad Europea de Cardiología empezó a considerar la periodontitis como un factor de riesgo cardiovascular.
Y es que esta enfermedad de las encías se caracteriza por el cúmulo de bacterias en la zona subgingival, originando problemas de retracción, sensibilidad y, en última instancia, la pérdida de piezas.
Estas bacterias que anidan en la boca perjudicando la estructura y los tejidos de soporte de los dientes, terminan introduciéndose en el riego sanguíneo, alcanzando al resto de órganos.
La misma institución alerta de que las enfermedades periodontales “son un factor de riesgo para sufrir episodios coronarios, algunos tan graves que pueden llegar a poner en peligro la supervivencia del paciente”.
En el caso de que una persona tenga un riesgo alto de padecer endocarditis bacteriana, es aconsejable que extreme el cuidado de sus encías.
Una persona con riesgo de padecer cardiopatías, puede desarrollar endocarditis si tiene problemas de encías, como periodontitis
¿Qué es la endocarditis bacteriana?
También llamada endocarditis infecciosa, se trata de una cardiopatía provocada por la inflamación del endocardio, el revestimiento interior de las válvulas y las cámaras cardíacas.
La causa de esta infección del corazón está en un microorganismo o bacteria que llega al mismo a través del torrente sanguíneo.
Se trata de una patología que afecta a pacientes que se consideran, por diferentes motivos, de alto riesgo y con muchas probabilidades de padecer problemas de corazón.
¿Cuáles son sus síntomas y qué tipos de endocarditis hay?
Una persona con endocarditis presenta, principalmente, síntomas como fiebre, sudoración, escalofríos y dolor muscular o articular.
Además, existen otras señales que indican un caso de cardiopatía:
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Insuficiencia respiratoria a la hora de realizar una actividad física
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Presencia de nódulos de Osler: pequeñas lesiones cutáneas, de color púrpura, que suelen localizarse en los dedos de las manos o de los pies.
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Aparición de lesiones de Janeway: leves hemorragias que suelen aparecer en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.
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Localización de pequeños hematomas por debajo de las uñas.
En cuanto a los tipos de endocarditis infecciosa que existen, distinguimos entre dos según la agresividad de los gérmenes: aguda –bacterias muy dañinas- o subaguda.
Ambas se distinguen también en función de la evolución de la enfermedad.
Así, la endocarditis aguda progresa en un periodo corto de tiempo: en unos días o semanas.
Sin embargo, mientras la subaguda se prolonga en el tiempo durante semanas e incluso meses.
Con el fin de prevenir la endocarditis bacteriana, informa siempre a tu odontólogo de si tienes riesgo de padecer alguna patología del corazón.
¿Cómo se puede contraer la endocarditis bacteriana?
Aunque hemos aclarado que padecer una enfermedad periodontal no implica la aparición de endocarditis, sí existe una relación entre ellas.
Esto sucede en personas con una enfermedad cardíaca subyacente y que tiene un problema de periodontitis que no se ha controlado con el tratamiento adecuado.
Si se da este caso, es posible que las bacterias presentes en la cavidad oral accedan al riego sanguíneo e infecten el endotelio.
Recordamos que los pacientes que se ven afectados por estas patologías son aquellos que presentan factores de riesgo cardíaco.
Dada esta relación entre patologías, es frecuente que un paciente contraiga endocarditis si se somete a cirugías, especialmente dentales.
Los procedimientos dentales quirúrgicos son una de las principales causas de contagio de la endocarditis infecciosa.
Los más frecuentes son aquellos procedimientos que implican sangrado, como:
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Extracciones de dientes
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Cirugía de acceso periodontal contra la piorrea
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Tratamientos de conductos o endodoncias
El tratamiento para la endocarditis bacteriana
A pesar de los avances de diagnóstico y de tratamiento, esta infección sigue teniendo un alto índice de mortalidad.
Según la Asociación Estadounidense de Cardiología, a día de hoy no hay ninguna manera efectiva al 100% de prevenir la aparición de la infección.
Sin embargo, en pacientes de riesgo está recomendada una profilaxis antibiótica para prevenir la invasión bacteriana y la inflamación del endotelio.
¿Qué es la profilaxis antibiótica?
Este tratamiento consiste en la administración de altas dosis de antibióticos a pacientes de alto riesgo de padecer endocarditis antes de un procedimiento con sangrado.
Únicamente se lleva a cabo en intervenciones que implican sangrado bucal, por lo que esta profilaxis no se hace ante radiografías, ortodoncias, empastes, etc.
De esta forma, se previene el tránsito de bacterias a través del torrente sanguíneo al endotelio, evitando una posible infección.
Por ello, es muy importante que el dentista conozca el historial médico del paciente antes de iniciar una intervención bucodental.
A pesar de que la profilaxis antibiótica tiene resultados muy positivos, no está indicada en todos los casos: está desaconsejada en personas que llevan marcapasos.
En cambio, sí se realiza en pacientes con prótesis cardíacas como válvulas, stents o que se hayan sometido a cirugías de colocación de Bypass.
¿Hay algún método para prevenir la endocarditis bacteriana?
Si bien no hay un tratamiento efectivo para prevenirla, podemos asegurar que la manera óptima de evitar la infección del endocardio es una buena higiene oral.
Las bacterias alojadas en la boca están en comunicación directa con el torrente circulatorio, pudiendo pasar fácilmente y colonizar las arterias y las paredes del corazón.
Es entonces cuando se podría provocar la endocarditis bacteriana.
Mantener unas rutinas adecuadas de limpieza bucal es un esfuerzo muy pequeño, pero que reporta grandes beneficios a nuestra salud.
Además de lavarnos los dientes, conviene usar cepillos interproximales y seda para eliminar los restos de comida.
Para higienizar la encía de forma efectiva, es aconsejable emplear un irrigador bucal.
Y no olvides visitar a tu dentista al menos una vez al año para hacer una higiene dental profesional.
Estas citas pueden ser cada 4 o 6 meses si hablamos de un paciente con problemas periodontales.
Según cada caso, será el especialista quien paute la periodicidad de las revisiones dentales.
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Perk J, De Backer G, Gohlke H, et al. European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice (versión 2012). The Fifth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice (constituted by representatives of nine societies and by invited experts). European Hearth Journal 2012; 33: 1635-1701 (https://academic.oup.com/eurheartj/article/33/13/1635/488083)
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Sociedad Española de Cardiología. Las personas con enfermedad periodontal tienen más riesgo de sufrir un infarto. (https://secardiologia.es/comunicacion/notas-de-prensa/notas-de-prensa-sec/3178-las-personas-con-enfermedad-periodontal-tienen-mas-riesgo-de-sufrir-un-infarto)
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American Heart Assosiation (https://www.heart.org/en/)
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